“Entrar en una de estas pinturas de Juanmi, acompañadas de leyendas a veces sazonadas de este humor mitad crítico mitad irreal que le caracteriza, supone experimentar en propia carne el alcance de un frenesí comunicativo que va mas allá de lo ficticio para desbaratar los esquemas de nuestras experiencias cotidianas.

Juanmi crea una maraña de elementos que aparecen y desaparecen en el caos de conductos, compartimentos, depósitos o interiores de órganos humanos extrañamente definidos configurando ellos mismos las entrañas del cuadro, nos obliga casi de manera hipnótica a seguir la dirección para descubrirnos en otro lenguaje, el de fantasía hiperbólica. Una forma lleva a otra, un pensamiento al siguiente…Y en esa euforia contenida, en ese automatismo imparable, la pintura llega a devorarse a sí misma. La acción libérrima y alucinatoria de pintar es el resultado de un trance, de un momento irrepetible, único, en el que el propio pintor es a su vez emisor y receptor del sueño de esta locura transitoria que comienza sin idea previa para terminar germinando en algo lleno de sentido.

Tildar estos cuadros de arte urbano, underground o grafittero sería quedarse corto, como hacer una valoración sesgada de una pintura con un poso estético mucho más sólido.

Juanmi, en pleno vuelo, no olvida que la belleza está en los ojos de quien la mira. Pero la verdadera magia de un cuadro sólo nos seduce cuando todo en él participa de esa autenticidad artística no siempre alcanzable. Una armonía convulsiva que late con fuerza en estos cuadros. “

Amalia García Rubí

Juanmi “Pinturas a corazón abierto” fragmento.

El Punto de las Artes, marzo 2006.